El entrenador de la Selección Colombia deberá sentarse a planear con cuidado el camino al Mundial.
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Hansel Vásquez.

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La amarga Navidad que le espera a José Pékerman

Sentado al lado del arbolito, deberá sacar la calculadora para pensar cómo clasificar a Rusia 2018.

Seguramente, mientras desempaca los adornos confinados en la bodega familiar, el veterano entrenador argentino José Pékerman saca todo tipo de cuentas tras el decepcionante final que tuvo este año su equipo en las eliminatorias al Mundial de Rusia 2018.

Un ‘viejo zorro’ como Pékerman no puede darse el lujo de cerrar el año con tres partidos seguidos sin ganar. Más aún cuando vino de un arranque prometedor, con buenos resultados.

El 2016 empezó  con el prometedor doblete de triunfos 3-2 de visita ante Bolivia y  3-1 ante el combinado de Ecuador en el Metropolitano, en el mes de marzo. Resultados que impulsaron al combinado nacional a creer que la ruta hacia el mundial estaba más que enderezada.

Colombia jugó un buen partido ante Ecuador.

Pero luego comenzaron las confusiones, por allá en septiembre, tras la Copa América del Centenario.

Primero, una victoria cómoda por 2-0 ante un débil Venezuela animó las expectativas, que pronto decayeron tras una mala presentación en casa de Brasil, quien desnudó la peor cara del equipo colombiano con un 2-1 en contra, maquillado por un gol en propia puerta del defensa Marquinhos.

Venezuela fue otra de las víctimas en Barranquilla

Llegaría el mes de octubre, en el que Pékerman y su grupo empezaba a organizar las cuentas: seis de seis eran posibles, siempre y cuando el equipo no perdiera los papeles. Aún sin jugar su mejor partido, realmente uno de los más inofensivos de la eliminatoria, un gol agónico de Edwin Cardona les dio el triunfo 1-0, para cerrar ganador la primera vuelta.

Pero lo peor estaba por llegar. Fue como si de un momento a otro alguien hubiese oprimido el interruptor de apagado. Y sucedió la lluviosa tarde del 11 de octubre.

Tras iniciar ganando rápidamente con gol de Abel aguilar, los de José Pékerman de desmoronaron en la cancha del Metropolitano y terminaron rescatando de manera muy sufrida un empate 2-2, que comenzó a tornar incierto el panorama.

Ante los uruguayos, las cosas comenzaron a funcionar mal.

Con ese rendimiento, aún así logró mantenerse en la cuarta casilla, merced de pobres momentos de sus rivales directos y de algunos buenos resultados obtenidos por equipos más modestos como Bolivia que le restaron posibilidades a los que competían con los ‘Cafeteros’ por una de las primeras cinco casillas.

Pero pronto, la realidad se ‘empantanó’, por cuenta de un polémico fallo de la FIFA que quitó a Bolivia unos puntos y a cambio concedió sendas victorias a un tambaleante Chile y a un casi eliminado Perú.

Así las cosas, con los ‘australes’ como próximos rivales y una Argentina herida por su mala realidad, los aficionados colombianos pusieron más que nunca sus esperanzas en la sagacidad de Pékerman para conducir el barco donde van a bordo 47 millones de hinchas.

Pero fue justo allí, donde le salieron las ‘brujas’ a este cuento de hadas. Primero fue un deslucido empate 0-0 con Chile y luego una goleada de pesadilla 3-0 frente a los gauchos.

Evidentemente, algo no estuvo conforme a los planes, o en sí misma la hoja de ruta no conducía a ninguna parte.

Ante Chile, Colombia jugó uno de sus peores partidos.

Pues, aunque se aplaudió al unísono el llamado de Falcao García para esos partidos, todavía no se entiende como futbolistas como Orlando Berrío y Jonathan Copete terminaron siendo mucho más importantes para el planteamiento de los partidos, que los mismos nombres como los de Macnelly Torres, Carlos Bacca, Luis Fernando Muriel, entre otras alternativas desechadas para esos juegos.

De otra parte, los rendimientos individuales no fueron los mismos que al principio de este mismo año. Particularmente el momento de James Rodríguez, a quien nadie niega su importancia en el grupo, pero del que no se puede desconocer en algunos partidos su falta de actitud en los malos momentos y en otros pasajes, su mala disposición para con sus compañeros cuando las cosas no salen.

Pero si de buscar culpables se tratara, no se terminaría de escribir en esta ventana todo lo que ha aquejado al equipo.

La realidad que de los 8 partidos de eliminatoria jugados en el año se ganaron 4, se empataron 2 y se perdieron 2, que aunque en los números es positivo, lo complicado es que se dejó de ganar y fue con un frenazo en seco, mientras todos los demás siguieron sumando de largo, incluso empujados por el escritorio.

Así, en porcentajes, de los 24 puntos jugados en la temporada, la escuadra tricolor ganó 16 para el 66.6% de rendimiento.

Tras esto, el panorama en casa de don José, es que mientras montan el arbolito y buscan al Niño Jesús dentro de las cajas para ensamblar el pesebre, el estratega se sienta y repasa todo lo que hace falta.

Colombia tuvo un buen arranque, venciendo a Perú en casa.

Sin duda, en medio de su metódica, tomará un papel en blanco y anotará los partidos que le restan: tres en casa (Bolivia, Brasil y Paraguay) y tres partidos por fuera (Ecuador, Venezuela y Perú). En pocas palabras son 18 puntos, de los cuales se necesitan al menos diez para poder aspirar así sea al repechaje de la quinta casilla.

Tras esta cuenta, con las preocupaciones en la cabeza, resulta sencillo pensar qué escribirá Pékerman en su carta al Niño Dios.

“Querido Niño Dios, ¿Como andás? Te saluda José. Lindísimo pibe, te ruego libres a Falcao de lesiones y a James de quilombos. Que a Cuadrado no lo suspendan y que Ospina siga, vos sabes… tú tranquilo”...

Una petición que solo sabremos si será atendida a finales del próximo año, cuando se de cierre a la eliminatoria.

Por lo pronto, Colombia descansa en la sexta casilla de la eliminatoria con 18 unidades. En el quinto puesto Argentina a solo un punto del combinado nacional. Chile se acomoda cuarta con 20 unidades. Así mismo, Ecuador es tercera con esos mismos puntos. La segunda plaza le pertenece a Uruguay con 23 unidades, mientras que Brasil está al comando con 27 puntos, mirando muy de cerca un nuevo Mundial.

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